"No hacemos ficción... construimos realidad"

"No hacemos ficción... construimos realidad"
Consultoría, Asesoría, Coaching Sociológico y Socioanálisis para individuos/grupos/organizaciones/empresas. Soluciones CREATIVAS desde un enfoque centrado en la SINGULARIDAD del Cliente. Ud. puede ser actor protagonista de su vida: NO hacemos ficción ¡Construimos realidad!

martes

El actor debe publicitarse


Obvio. Ya sabemos que para actuar en proyectos de cualquier índole es preferible tener una cierta noción de producción, mucho más aún si es un proyecto independiente, pero no deja de ser importante cuando hay un equipo de personas especializadas que se dedican a esa tarea, así hay mejor comunicación en el equipo de trabajo y podemos comprender al otro:
Por ejemplo ¿Por qué no tengo el vestuario exactamente como lo pedí? Si entendemos que cadena de trabajos hubo detrás de ese vestuario, será más fácil saber qué puede hacerse y pedir las cosas con mayor precisión.

LO MISMO PASA CON LA PUBLICIDAD: hay que publicitarse, hay que publicitar, y hay que publicitarnos. Sí o sí.
De las maneras más alternativas: -Muscari aún sigue saliendo a volantear (!!) -Moria Casán a pesar de tener mucha producción va personalmente a los programas de tv. Aquí la estrategia tiene algo de mixta con estrategias de escándalo... cuando digo "estrategia" no me refiero a que sea totalmente planificado; hay quienes les sale naturalmente. -En otro rubro -la música a nivel de masas- el Indio Solari siempre desarrolló estrategias originales del estilo "boca a boca" que viene de la cultura UDERGROUND, ahora al final de cada show pone la fecha del siguiente en una pantalla (y no paga espacios publicitarios ni en radios, ni tv, rtc) -Hay Hollywoodenses que se casan o hacen quilombos. -En calle Corrientes vemos las más diversas formas de llevar público que desarrolla cada elenco de maneras bastante lúdicas. -El director socialista Leónidas Barletta, pionero del teatro independiente, tocaba una campana corriendo en la calle. -Nosotros, el elenco de LA BODA ES TEATRO, hicimos un blog por empezar, luego veremos, http://labodaesteatro.blogspot.com/ ahí pueden conocernos.
He dicho una vez que el actor que no se divierte es mal sociólogo porque no conoce su lugar en la sociedad; lo mismo pasa con el que no se publicita: NO HACE VER CUÁL ES SU LUGAR, se queda en la esfera de lo privado, privado del publicitarse, del hacerse público, privándose así del contacto con las otras esferas que nos enriquecen...


y como las esferas son redondas y giran,

y los giros son movimientos que generan más movimientos,

así un arte en movimiento es un arte posible,

un arte vivo.

lunes

Crítica, Los Pollerudos


http://www.showonline.com.ar/CriticaId.php?id=67

LOS POLLERUDUOS,
de Gerardo Bamonde, Sergio D´ Angelo y Héctor Díaz

Calificación: Excelente.

Los viernes a las 23hs en El Portón de Sánchez hay un mundo similar al viejo Buenos Aires tanguero y compadrito, pero no. No, porque lo vemos a través del prisma de los recuerdos de Julián y Julián (Gerardo Bamonde y Héctor Díaz), en un enmarañado relato que configuran con sus acciones dónde lo que vivimos es un mundo auténtico, propio, alucinado, cortado de la realidad.
Y digo “cortado” porque Julián es sastre, y Julián… también. Pero Julián baila tango, y Julián… también. Aunque Julián recuerda a Marta (y Julián también).
Así como personaje y personaje por momentos son uno y lo mismo, es él lenguaje en común (corporal, en las palabras, en los recuerdos evocados) el que a su vez permite el perpetuo contrapunto que hace a la dualidad: hay discusiones que se repiten en las que el que decía A ahora dice B, y viceversa, son diálogos enteros repetidos con o sin variaciones que juegan al absurdo con gags muy efectivos que hacen reír al público todo el tiempo, hay también logradísimos bailes de tango en contrapunto, hay juegos acrobáticos entre ellos en los que vemos no sólo cuerpos entrenados sino –más interesante aún- formas estéticas que nos van hilando como símbolos toda la historia. ¿La mataron? ¿Se mataron? ¿Son? ¿Es uno? ¿Los dejaron? ¿Se sienten muertos?
Mediante dudas, que son las de ellos, se desarrolla una historia, que luego se vuelve a arrollar porque no hay salida posible aparentemente; hasta que en un momento sucede. Nos damos cuenta que la única salida es el absurdo, y me refiero a un hecho absurdo muy concreto que se ve en la obra pero que estas letras que escribo no van a adelantar porque, privado de las luces, el sonido, el magnífico suspenso y ese mundo que nos fueron construyendo, no tiene sentido.
Solo cabe en el lugar en que nos pusieron estos dos actores y director (Sergio D´ Angelo) que muy probablemente hayan creado el texto colectivo a partir de un previo trabajo lúdico, la narrativa tiene mucho de collage de letras de tango, la acción es fundamental, lleva la historia, parece previa al sentido.
La escenografía es precisa: un figurín con ropas, dos sillas, una mesa y un baúl misterioso. Todo ello usado -junto a otros objetos que van apareciendo- de manera clara y siempre aportando más juego al juego global.
Es destacable la comicidad ingenua en este thriller absurdo lleno de desesperanza y danza. El color de la ingenuidad no tiene nada que envidiarle al que lograba Chespirito cuando pintaba su famoso sketch en el que decía “Lucas ¿Crees que tu y yo estamos locos?”, pero aquí, entre otras, se suma una pincelada audaz de danza contemporánea.

Ficha técnico artística

Autoría: Gerardo Baamonde, Sergio D'Angelo, Héctor Diaz
Actuan: Héctor Diaz
Intérpretes: Gerardo Baamonde
Iluminación: Sergio D'Angelo
Banda de sonido: Sergio D'Angelo
Prensa: Daniel Franco, Paula Simkin
Coreografía: Héctor Diaz
Dirección: Sergio D'Angelo

Informe para una academia. Diego Starosta


http://www.showonline.com.ar/CriticaId.php?id=44

INFORME PARA UNA ACADEMIA, de Diego Starosta

Cuatro mini reflectores que conforman un escenario reducido recortando el escenario del Payró delimitan el cuadrado en el que nos espera un círculo de luz, que proviene de una lámpara que ésta en escena, bajo la cual, en su silla, nos mira entrar a la sala Diego Starosta.
La escenografía son los cuatro reflectores, la lámpara, la silla, una copa y una botella.
Esos elementos mínimos son puestos en juego con precisión por el actor, que, por ejemplo, enciende y apaga las luces generando distintos climas, nos grafica su lucha contra una botella para poder beber como lo hacen los humanos, nos muestra sobre su silla cómo era el espacio donde estuvo encerrado cuando era mono. Sí, mono, porque el delirante relato de Kafka trata de un hombre contando a un auditorio sobre su devenir hombre habiendo sido, naturalmente, mono.
Al delirante relato se lo aborda con el instrumento del actor puesto de lleno, en todo aspecto, en un juego perpetuo y muy limpio con su entorno y consigo mismo. A esto se le suman juegos con la luz: nos transporta a distintos lugares del relato, el barco que recuerda este hombre devenido mono, y el auditorio donde nos habla a nosotros, los “Excelentísimos Sres. Académicos”.
Son fundamentales en la puesta los juegos con el sonido: música, coreografías acompañadas por gestos clawnescos, y un trabajadísimo uso de la voz, marcan en conjunto un tempo de suspenso, un ritmo en el que el espectador entra a modo de cómplice preguntándose para sí por qué hay algo que nos llega tan conmovedoramente, qué nos está contando éste actor-personaje-director-adaptador… ¿Nos habla sobre un cuento de Kafka, sobre la teatralidad cotidiana, sobre el crecimiento, sobre el malestar de pertenecer a una cultura, sobre nosotros mismos?
Entre otras, hay una suerte de coreografía en la podríamos ver La Evolución, es decir, el pasaje ancestral de animal a ser humano en un par de vueltas de Starosta por el escenario. Hay una versión de Whisky Bar de The Doors sobre la que baila con destreza y comicidad, jugando con el estilo de Music Hall, que es de lo que el personaje –ahora que es humano- trabaja.
Este tipo de humor siempre está mechado hábilmente, a veces con una sutilísima crueldad, ya que el núcleo de la historia es tristísimo; Starosta dijo en una entrevista a Página 12: “Me interesaba, entre otros temas, el de la libertad: este personaje no elige transformarse en humano, sino que se ve forzado a hacerlo. Lo necesita para no morir”.
Y por último, pero no menos importante, cabe el comentar que éste “acto teatral” (así se lo nombra en el programa) es muy entretenido y nos mete en un mundo reflexivo sin necesidad de caer en un intelectualismo aburrido sino, justamente, todo lo contrario.

domingo

Nicolas Milanesi: Película La Fiaca, mirada sociológica.


Nicolas Milanesi: Película La Fiaca, mirada sociológica.: "En la revista digital Discurso y Argentinidad se encuentra una publicación mía, una mirada sociológica, de la peli La Fiaca (1969). No es..."

jueves

Microcentro y los trajes...


Al pasar por microcentro...

Juego a ver quién es quién entre los trajeados;
es decir "Quién lleva mejor el traje".
Asumimos que el concepto "trajeado" abarca desde un cadete hasta un gerente, por lo menos. Entonces, ¿¿Quién es quién??

Afortunadamente, mi condición de machoargentino hace que conozca poco de telas, y -si bien a veces la calidad de los trajes delata por sí sola la condición del portador- es más interesante fijarse CóMO LO LLEVAN,

sin caer en la obviedad de que a algunos cadetes les queda
directamente grande el traje, de tamaño, grande, así, arrugado,
es también notable que quienes no están muy amigados con esa prenda caminan rígidamente, o adoptan una cierta actitud corporal otra que la propia de los que más relajadamente, con una postura recta que dista de la rigidez, se sienten DUEÑOS del traje,

éstos a su vez se diferencian de los que -de igual edad adulta- llevan tanto al traje como a la oficina como CARGAS, O MOLESTIAS habituales; sin la rigidez del Nene ni la elegancia del Señor.

Es un tema que hace años me llama la atención, y he investigado también en una ocasión como se camina distinto en una avenida, una plaza, y una calle de menor tránsito, etc, etc...

Si el actor se pone un Traje para actuar de empresario, la investigación sociológica puede ser una de las herramientas para que no lo lleve como un empleado...

¿¿CUÁNTAS VECES VEMOS UN OBRERO CON CASCO EN TV Y NOS DAMOS CUENTA QUE NUNCA EN SU VIDA AGARRÓ UNA PALA??

Si el ACTOR SOCIAL se siente incómodo en su traje, Socioanálicese!!